jueves, 18 de abril de 2013

Textos variados de Reflejos de Luz. 2

Fuente:
                                           http://reflejosdeluz11.blogspot.com.es
¡Dios mío! Te ofrezco todas
mis acciones de hoy,
según las intenciones
del Sagrado Corazón de Jesús,
y sólo para su gloria.

Quiero santificar los latidos de mi corazón,
mis pensamientos y mis obras,
por más insignificantes que sean,
uniéndolas a tus méritos
infinitos, y para reparar mis faltas,
arrojándolas en la inmensa
hoguera de tu Amor Misericordioso.

¡Dios mío! te pido para mí y para
mis seres queridos, la gracia
de cumplir, con toda perfección,
tu santa voluntad y aceptar,
por tu amor, las alegrías
y las penas de esta vida pasajera,
para que un día estemos reunidos
en el Cielo por toda la eternidad.

Amén!

Santa Teresita de Lisieux


Jn 10,27-30

Que no se nos olvide. Tenemos un Buen Pastor que es Luz para toda la humanidad. Un Pastor que está cerca de su Pueblo, que es bueno, que conoce y da la vida por sus ovejas. Y que las cuida.
Eso necesitamos en el mundo: Luz. Luz que calienta e ilumina. Necesitamos pastores según El Corazón de Dios. Y necesitamos ser unos para otros también pastores.
Decía hace poco el papa Francisco que el pastor ha de oler a oveja. Ojalá los cristianos olamos a los problemas del mundo que quedan impregnados en nuestro día a día, pero que son transformados por la esperanza y la luz que brota del Resucitado.
Amigos, acerquémonos al Buen Pastor, cirio encendido, Luz que nunca se apaga.


En parte tiene que ver con lo que narra la Biblia. Tras el diluvio universal, Noé envió una paloma, que regresó con un ramo de olivo en el pico como prueba de que las aguas se habían retirado y que la tierra firme estaba lista otra vez para ser habitada. La lluvia había cesado y el peligro había desaparecido. El mensaje: "Dios volvía a estar en paz con los hombres".

Curiosamente, el símbolo para la Campaña de Desarme Nuclear que diseñó el artista británico Gerald Holtom en 1958, y que hoy también es mundialmente reconocido como emblema universal de la paz, también se inspira en esta idea, ya que representa las patas de una paloma dentro de un círculo.
http://www.muyinteresante.es/
Había un hombre que vivía con sus dos hijas. Las niñas eran curiosas e inteligentes y siempre hacían muchas preguntas. A veces el hombre sabía responder pero, otras veces, no tenía ni idea de la respuesta. Como pretendía ofrecerles la mejor educación, mandó las niñas de vacaciones a casa de un sabio que vivía en lo alto de la colina.
El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin ningún tipo de duda. Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no pudiera responder.
Así que un día una de ellas capturó una linda mariposa azul con la que pensaba engañar al sabio.
¿Qué vas a hacer?”, le preguntó su hermana. 
-Voy a esconder la mariposa entre mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta. Si él dice que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la aplastaré. De esta manera, cualquiera que sea su respuesta, ¡será una respuesta equivocada!
Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando.
-“Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, maestro, ¿está viva o muerta?”
Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió:
-“Depende de ti... Ella está en tus manos”
Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando algo falle; somos nosotros los únicos responsables por nuestros errores y malas decisiones.
“Como ocurre con la mariposa azul, nosotros podemos elegir entre la Vida y la Muerte”
Tú decides. . .



"Señor, danos siempre de este pan." 
Juan 6, 30-35

Señor, ¡danos siempre de este pan! Jesús responde claramente: "¡Yo soy el pan de vida!" Comer el pan del cielo es lo mismo que creer en Jesús y aceptar el camino que él nos ha enseñado, a saber: "¡Mi alimento es hacer la voluntad del Padre que está en el cielo!" (Jn 4,34). Este es el alimento verdadero que sustenta a la persona, que da un rumbo a la vida, y que trae vida nueva. 

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Al término de la audiencia que el papa Francisco concedió a la Papal Foundation, el viernes 12 de abril, el conocido actor católico Eduardo Verástegui pudo conocer al Pontífice y en el breve encuentro recibió un pedido especial del Santo Padre. Casi al salir de la Sala Clementina, el Santo Padre se salió de su séquito, se acercó al actor y le dijo: “¡No te olvides de los jóvenes!”. 

En una entrevista concedida a la agencia ACI Prensa, Verástegui reconoció que hay veces que se baja la guardia, “son muchas las giras por todo el mundo, y solía ir a las universidades y a los institutos a dar testimonio, y pensaba hacer un alto en el camino para dedicarme más al cine y enfocar más el apostolado en esa dirección. Era una decisión que ya había tomado, pero de repente, escuchar ese llamado del Papa, me ha impactado mucho”. 

“Por primera vez pude hablarle al Papa en su lengua materna. ¡Fue algo genial! Hubo una conexión ya de entrada sólida –señaló el actor-. Quería decirle mil cosas, pero el tiempo no lo permitía. Le pedí que rezara por nosotros y por el apostolado de hacer cine dedicado a sanar los corazones”. 

Verástegui consultó al Santo Padre si podía saltarse el protocolo para darle un abrazo. “Él me dijo: ¡Claro que sí! Lo abracé, me dio dos palmadas en la espalda, y me susurró: ‘¡Rece por mí!’, al tiempo que me dio su bendición. Fue un momento muy mágico para mí”. 

La visita a Roma dura cuatro días, y sin duda, para Verástegui, el momento más especial fue el encuentro con Francisco. 

“Su ejemplo arrastra y el ejemplo habla más que mil palabras. Cada acción es un mensaje, en el que se percibe el legado de desapego de las cosas materiales, el ver las cosas materiales como un fin para ayudar al necesitado, esa sencillez, esa humildad con la que está manejando las cosas… a la gente le toca y le remueve la conciencia, al tiempo que le hace pensar en lo que realmente importa”, indicó. 

“A veces el mundo te va comiendo, absorbiendo y, de repente, ver un ejemplo tan fresco y tan libre hace apegarse a la voluntad de Dios unido a Cristo en todo momento”, añadió. 

Verástegui señaló que admira la elección del nombre elegido por el Papa pues “seguir su legado (de San Francisco de Asís) me parece algo revolucionario hoy en día, dentro una sociedad tan materialista, consumista y superficial”. 

El actor considera que los jóvenes deben conocer la esencia del cristiano, que “es una lucha hasta la muerte, y que hay que intentar cada día ordenar lo desordenado, limpiar lo que quedó sucio en nuestro corazón, y dejar que Dios sane todas las heridas y la contaminación que tengamos”. 

Verástegui se encuentra en Europa para promocionar la película “Cristiada”. Anteriormente conquistó al público con el largometraje “Bella” y ahora trabaja en “Little Boy”, su nuevo filme. 

El actor participó en la audiencia concedida a la “Papal Foundation”, a la que pertenece desde hace siete años. Esta institución ayuda al Santo Padre a financiar las necesidades que él considere necesarias como, por ejemplo, la creación de seminarios, escuelas y proyectos destinados a la Nueva Evangelización, y el servicio a los más necesitados. 

La fundación, que visita Roma cada año para renovar su fidelidad al Papa, ha destinado en esta ocasión 8,6 millones de dólares a distintos proyectos.+ 

Nos acostumbramos a vivir en nuestra casa y a no tener otra vista que no sean las ventanas de los edificios que nos rodean. Y como estamos acostumbrados a no ver más que ventanas y edificios, nos acostumbramos a no mirar hacia afuera.
Como no miramos hacia afuera, nos acostumbramos a no abrir del todo las cortinas. Al no abrir completamente las cortinas nos acostumbramos a encender la luz antes. Nos acostumbramos tanto, que olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos el paisaje.
Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde. A tomar rápido el desayuno porque llegamos tarde. A comer un sándwich porque no tenemos tiempo para comer a gusto. A salir del trabajo cuando ya anocheció. A cenar rápido y dormir con el estómago pesado sin haber vivido el día, porque tenemos que ir a trabajar temprano. 

Nos acostumbramos a esperar un “no puedo" en el teléfono. A sonreír sin recibir una sonrisa de vuelta. A ser ignorados cuando necesitamos ser vistos. Si el trabajo resulta duro, nos consolamos pensando en el fin de semana. Y cuando llega el fin de semana, nos aburrimos y deseamos que llegue el lunes para ir a trabajar.
Nos acostumbramos tanto a este estilo de vida, que parece que estamos ahorrando vida por miedo a gastarla, y  al final, nos olvidamos de vivir. 

 “Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven. Acuérdate de tu creador antes que vengan los días malos. Llegará el día en que digas: “No da gusto vivir tantos años” Eclesiastés 12:1  
"La muerte está tan segura de su victoria que nos da toda una vida de ventaja"

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